Dustin Dahlmann (Photo: Business Wire)

La campaña tiene dos pilares:

• La Iniciativa de los Ciudadanos Europeos (ECI, por sus siglas en inglés) "Exijamos una regulación de vapeo más inteligente". La ECI, una petición en línea, fue lanzada por un Comité de Ciudadanos que representa a personas de Alemania, Francia, Italia, Bélgica, Irlanda, la República Checa, el Reino Unido y Rumania. Se espera que más simpatizantes se unan al comité durante el curso de la iniciativa.
• Una herramienta de base para facilitar a los ciudadanos europeos el contacto con los respectivos candidatos que se postulan para las elecciones europeas. Se dirige tanto a los aproximadamente 17 millones de vapeadores activos en Europa como a cualquier otro ciudadano de la Unión Europea, incluidos los no fumadores, que apoyan la toma de decisiones basada en evidencia y ayudan a los fumadores a cambiarse a vapear.

La campaña nació de la preocupación compartida de los miembros del Comité de Ciudadanos de ECI con las normas actuales de la UE y nacionales, algunas de las cuales tratan los productos de vapeo (que no contienen tabaco) de manera similar a los productos combustibles de tabaco. El objetivo de la campaña es lograr normas europeas independientes basadas en la evidencia para el vapeo de productos en lugar de incluirlas en la Directiva de productos de tabaco de la UE o en una directiva farmacéutica.

"Con esta petición hacemos un llamado a todos los vapeadores, y cualquiera que crea que vapear puede ayudar a las personas a dejar de fumar, a apoyar reglas más inteligentes para el vapeo", dijo Dustin Dahlmann, portavoz del Comité de Ciudadanos de Vaping is NOT Tobacco. "Nuestro objetivo es crear conciencia sobre la importancia en la distinción entre productos de vapeo y tabaco. Con la ayuda de todos, esperamos que esta iniciativa conduzca a una reforma de la legislación de la UE, que actualmente no reconoce el valor potencial del vapeo para ayudar a las personas a cambiar a alternativas menos dañinas. En resumen, hemos brindado a los ciudadanos la oportunidad de contribuir democráticamente a este debate tan necesario".

Investigaciones rigurosas y recientes demuestran que vapear es significativamente menos perjudicial para la salud humana que fumar y, por lo tanto, ofrece importantes beneficios para la salud pública si las personas cambian de hábito. El Royal College of Physicians and Public Health England del Reino Unido, por ejemplo, ha llegado a la conclusión de que vapear es al menos un 95% menos dañino que fumar, y un grupo asesor del gobierno francés, el Consejo Económico, Social y Ambiental (CESE), dijo anteriormente este año que las reglas actuales sobre productos de vapeo que los tratan como si fueran productos de tabaco "representan una prudencia por parte de las autoridades públicas que probablemente sea excesiva" y "ralentiza su uso como herramienta para dejar de fumar".